Un amigo me dijo el otro día que estaba deprimido, y que además le dolía la cabeza y tenía fiebre. Yo le contesté: –Ah, no te preocupes. Hacé esto, mirá: metete en la cama, tomate un té caliente, ponete un disco de Patricia Sosa, después uno de Horacio Guarany. Después mirate una película de Francella; cuando termine la sacás y ponés una de Wim Wenders. Mirá un poco televisión, como Utilísima, o Gente de Familia. Después te levantás, te hacés un café descafeinado, te preparás un par de hamburguesas magras con mayonesa de bajas calorías, y mientras te gratificás un poco con eso prendé la radio y tratá de sintonizar una emisora que esté pasando el programa de alguna secta evangelista. Después te leés un libro de Leo Buscaglia, dos de José Naroski, diez de Khalil Gibrán, tres de Lobsang Rampa y cuatro de Richard Bach. Ahí te pegás un baño con jabón de glicerina, te lavás bien la cabeza usando champú de tilo para cabellos secos y te la enjuagás con algún desenredante de algas especial para cabellos castigados. Después te secás bien, te pasás desodorante a bolilla o algún aerosol que no dañe tu capa de ozono. Entonces te volvés a acostar y si no podés dormir te sentás en posición de semiloto y te leés el Método Silva de Control Mental, tratando de que tu mente funcione en ritmo alfa y usando solamente el hemisferio derecho del cerebro. Ahí, si te sale algo, dibujá, dibujá sin temor lo primero que se te ocurra, sin pensar. Entonces mirá bien lo que dibujaste y usalo para disparar asociaciones, como si fuera un test de Rorschach. Anotá todo y buscá en la guía telefónica el número de algún lacaniano que haya seguido también un cursillo de sicología social. Lo llamás y le decís que vos eras un alfeñique de 44 quilos pero que después de seguir el método Tensión Dinámica de Charles Atlas estás pesando 140. Ahí colgás el tubo y hacés una pausa para tomar un yogur semidescremado de damasco con cereal. Entonces te sentás en la compu, te jugás unos tetris hasta llegar a más de diez mil puntos, y ahí cargás un procesador de texto, preferentemente el WordPerfect 6.0 para Windows. Entonces escribís en la pantalla una nota suicida porque te puedo asegurar, viejo, que después de todo eso no podés esperar nada más de la vida.
A friend told me the other day that he was depressed, and that he also had a headache and fever. I answered: -Ah, don't worry. Do this, look: get in the bed, have a cup of hot tea, play a Patricia Sosa album, then a Horacio Guarany one. Then watch a Francella movie; when it ends you take it off and play a Wim Wenders one. Watch some tv, like Utilísima or Gente de Familia. Then you get up, you make a decaf coffee, you prepare yourself a couple of lean burgers with low calories mayonnaise, and while you gratify yourself with that turn on the radio and try to tune a station broadcasting the show of some evangelist sect. Then you read a book of Leo Buscaglia, two of José Narosky, ten of Khalil Gibrán, three of Lobsang Rampa and four of Richard Bach. There you take a shower with glycerin soap, you wash your head using linden shampoo for dry hair and some seaweed conditioner for messy hair. Then you dry up, you put on a roll-on deodorant or some spray that doesn't harm the ozone. Then you go back to bed and if you can't sleep you sit in a semilotus position and you read the Silva method, trying that your mind works in alpha state and only using the brain's right hemisphere. There, if something comes out, draw, draw fearless the first thing you can think, without thinking. Then look at what you drew and use it to shoot associations, like if it were a Rorschach test. Write all and search on the guidebook the number of some lacanian who has followed a course of social psychology too. You call him and tell him that you were a 44 kilogram weakling but after following the Charles Atlas' dynamic tension method you're weighing now 140 kilograms. Then you hang the tube and you have a break to drink a semi-skimmed apricot yogurt with cereals. Then you sit at the computer, you play some tetris until reaching more than ten thousand points, and then you load a word processor, preferently WordPerfect 6.0 for Windows. Then you write on the screen a suicide note because I can assure you, man, that after all that you can't expect anything else in life.