Translation of the song Santa Bernardina del Monte artist Leo Masliah

Spanish

Santa Bernardina del Monte

English translation

Santa Bernardina del Monte

Para ahorrar energía eléctrica, las autoridades de Santa Bernardina del Monte dispusieron que a las cero horas del día veinticinco los relojes se atrasaran una hora, pasando a marcar las veintitrés horas del día veinticuatro. De este modo la gente que tuviera que levantarse a la hora siete del día veinticinco no tendría que prender ninguna luz, ya que en realidad serían las ocho y el sol estaría ya en plena actividad.

In order to save electric energy, the authorities of Santa Bernardina del Monte decreed that at twelve AM of the day twenty five to set the clocks back one hour, therefore showing the eleven PM of the day twenty four. That way the people who had to get up at seven AM on the day twenty five wouldn't have to turn on any light, because in fact it would be eight AM and the sun would be already on full activity.

Cuando llegó el momento –las cero horas del día veinticinco- la gente de Santa Bernardina del Monte, obediente como era, atrasó sus relojes una hora. Fueron entonces –o volvieron a ser- las veintitrés horas del día veinticuatro. Una hora después, los relojes volvían a marcar las cero horas del día veinticinco. La gente de Santa Bernardina del Monte, obediente como era, atrasó sus relojes una hora. Volvieron a ser entonces las veintitrés horas del día veinticuatro. Una hora después, los relojes volvían a marcar las cero horas del día veinticinco.

When the time came -twelve AM of the day twenty five- the people of Santa Bernardina del Monte, dutiful like they were, set their clocks back one hour. Were then -or were again- eleven PM of the day twenty four. One hour later, the clocks would show again the twelve AM of the day twenty five. The people of Santa Bernardina del Monte, dutiful like they were, set their clocks back one hour. Were then again eleven PM of the day twenty four. One hour later, the clocks would show again the twelve AM of the day twenty five.

- ¿Qué hago, mamá? –preguntó un joven-. ¿atraso el reloj?

- What do I do, mom? -asked a young boy-. Should I set the clock back?

- Por supuesto, hijo: debemos ser respetuosos de las disposiciones de la autoridad –contestó la madre.

- Of course, son: we must be respectful with the decrees of the authority -replied the mother.

Todos los habitantes de Santa Bernardina del Monte obraron en consecuencia con ese precepto. Pero una hora después los relojes volvían a marcar las cero horas del día veinticinco. Nuevamente, los pacíficos habitantes de Santa Bernardina del Monte atrasaron sus relojes una hora. Se pusieron entonces a esperar el transcurso de los sesenta minutos que faltaban para volver a atrasar los relojes. Pero algunos tenían sueño y se fueron a dormir, no sin antes dejar turnos establecidos de tal modo que siempre hubiera alguien despierto a la hora de atrasar el reloj.

All the inhabitants of Santa Bernardina del Monte behaved in coherency with that precept. But an hour later the clocks would show again the twelve AM of the day twenty five. Again, the peaceful inhabitants of Santa Bernardina del Monte set their clocks back one hour. They started then to wait the passing of the sixty minutes remaining to set the clocks back again. But some were sleepy and went to sleep, not without leaving established shifts beforehand in such way that there was always someone awake at the time of setting the clock back.

A la mañana siguiente seguían siendo las veintitrés horas del día veinticuatro. Una hora después eran las cero horas del día veinticinco, e inmediatamente después volvían a ser las veintitrés del día veinticuatro. Faltaban nueve horas para que abrieran las oficinas y los comercios. Una hora después faltaban ocho, pero en menos tiempo del que tardaba un gallo en cantar –y efectivamente había muchos gallos haciéndolo- volvían a faltar nueve.

On the next morning were still eleven PM of the day twenty four. One hour later were twelve AM of the day twenty five, and immediately after were eleven PM of the day twenty four again. The offices and the businesses were at nine hours from opening. One hour later were at eight, but in less time that a rooster needs to sing -and effectively many were doing it- they were at nine hours again.

Los habitantes de Santa Bernardina del Monte, de mantenerse este estado de cosas, habrían muerto de inanición. Sin embargo muy otra fue la causa de su muerte. Tres días después del cambio de hora, un funcionario del gobierno central, que pasaba por el pueblo, interpretó la actitud de los lugareños como huelga general por tiempo indeterminado, y dio parte de ello a sus superiores. Poco después, diez mil soldados entraron con helicópteros y tanques a Santa Bernardina, aniquilando a los insurrectos. Los relojes del pueblo, entonces, quedaron divididos en dos categorías: los que, averiados por las balas, estaban clavados en una hora entre las veintitrés y las veinticuatro, y los que seguían marchando libremente, pudiendo llegar hasta más allá de las cero horas sin que nadie los tomara por las agujas para atrasarlos. De todos modos, algunas horas después, ellos solitos volvían a marcar las veintitrés, como si sintieran nostalgia de sus disciplinados dueños, que en paz descansen.

The inhabitants of Santa Bernardina del Monte, of keeping themselves in that state, they would have perished of starvation. However very different was the cause of their death. Three days after the time change, an officer of the central government, who was passing by the town, understood the attitude of the natives like a general strike for indefinite time, and reported it to his superiors. Little after, ten thousand soldiers went with helicopters and tanks to Santa Bernardina, annihilating the insurgents. The clocks of the town, then, were left divided between two categories: the ones that damaged by the bullets, were stuck in a time between the eleven PM and the twelve AM, and the ones that kept working freely, being capable of reaching beyond the twelve AM with nobody grabbing them by the hands to set them back. Anyway, some hours after, they by themselves were showing the eleven PM again, like if they felt nostalgia for their well-behaved owners, may them rest in peace.

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